Las festividades de fin de año ofrecen una oportunidad maravillosa para compartir y disfrutar momentos especiales con nuestros seres queridos. Sin embargo, para algunos también constituyen una fuente de estrés. Síntomas como irritabilidad, rigidez muscular e incapacidad de conciliar el sueño pueden manifestarse en estas circunstancias. Con el objetivo de ayudar en este aspecto, Carla Navarrete, Psicóloga de Centro Kreser, nos ofrece algunas recomendaciones para afrontar las festividades de fin de año.
¿Cuáles son las principales fuentes de estrés que las personas experimentan durante esta temporada?
Diciembre emerge como un mes lleno de exigencias, ya sea para alcanzar metas o someterse a una intensa autorreflexión para discernir qué objetivos logramos y cuáles quedaron pendientes. Estas evaluaciones suelen centrarse más en lo cuantitativo y en los resultados, lo que afecta la salud mental tanto de adultos como de niños.
Somos personas en constante crecimiento y aprendizaje. En este sentido, adoptar una perspectiva que valore el proceso y el crecimiento personal puede aliviar más que centrarnos únicamente en los logros y metas alcanzadas.
Estamos en un mundo donde las expectativas sociales sobre cómo vivir estas festividades nos imponen ciertos comportamientos, desde con quiénes compartir, qué celebrar, hasta qué regalos entregar. Debemos reconocer el amplio abanico de posibilidades para celebrar, acogiendo y validando diversas experiencias.
¿Qué síntomas indican que estás sufriendo un estrés de fin de año?
Cada persona reacciona de manera única, manifestando los síntomas de formas diversas. En el caso de los adultos, estos pueden incluir irritabilidad, dificultad para concentrarse, manifestaciones físicas y psicosomáticas, fatiga, dolores de cabeza y preocupación constante. Además, es común observar cambios en los hábitos alimenticios y trastornos del sueño.
Por otro lado, es fundamental reconocer que los niños no son simples espectadores pasivos, sino que son lectores súper agudos de lo que ocurre en su entorno. En este período particularmente estresante, los niños pueden tener dificultades para expresar verbalmente sus emociones, por lo tanto, es crucial que podamos observar y comprender sus comportamientos.
En nuestra sociedad orientada a la productividad y lo material, resulta valiosa la invitación a vivir las festividades desde una perspectiva diferente. Se trata de tener un espacio de encuentro, compartir y celebrar mediante rituales significativos, no desde una perspectiva de obligación, sino buscando algo que tenga sentido e involucrando a los niños en este proceso.
¿Cómo pueden las personas establecer límites saludables durante las festividades para evitar sentirse abrumadas?
Las fiestas de fin de año son muy ajetreadas. Por eso, en medio del caos, es importante hacer una pausa y reflexionar sobre nuestro estado emocional. A menudo, subestimamos el valor de tomarnos un momento, considerándolo una pérdida de tiempo. Sin embargo, las pausas son parte de las melodías. Son momentos preciados que nos permiten conectar con nuestras emociones y reflexionar sobre cómo deseamos experimentar estas fiestas.
Es importante tomarnos el tiempo de reflexionar sobre cómo queremos vivir estas festividades y qué sentido tiene para nosotros.
Validarnos desde nuestro propio sentir es esencial, reconociendo que no existe una única y estandarizada forma de vivir estas fechas, sino que hay una amplia gama de posibilidades y cada individuo puede encontrar aquello que resuene más con sus valores y perspectivas.
¿Qué recomendaciones darías para reducir el estrés durante estas festividades?
a) Construir espacios de encuentro para poder expresar con libertad qué me pasa y qué necesito.
b) Brindarme momentos de pausa e introspección que me permita conectarme con mis sentimientos y experiencias.
c) Reflexionar sobre las expectativas, discerniendo entre las propias y las impuestas por otros.
d) Mirarme como una persona integral, por ende lo que como, veo y escucho influyen en mi estado anímico y bienestar. Este análisis no se limita solo a la alimentación, sino también a las influencias que absorbo a través de las redes sociales.
e) Seguir estándares y mandatos sin cuestionarlos es lo que contribuye al estrés y ansiedad durante estas fechas. Por lo tanto, es importante que te preguntes qué sentido tiene para ti estas festividades y si realmente deseas celebrarlas. Eso ayudará a evitar la presión de cumplir con ciertas expectativas. Hay múltiples formas de experimentar y vivir estas festividades.
¿Tienes algún mensaje final o consejo que te gustaría compartir con aquellos que pueden estar experimentando estrés durante las fiestas de fin de año?
Cuando hablamos de estrés o cualquier desafío que estamos enfrentando, la sociedad apunta a que la solución radica en la misma persona afectada, y si bien hay aspectos individuales, la verdadera magia y el poder de reparación, sanación, sustento y alivio reside en las conexiones humanas. Acompañarnos, apoyarnos y ser más empáticos son las claves para construir una sociedad más saludable y positiva.